¿Alguna vez te has sentido solo, temeroso y sin saber a dónde acudir? Si es así, no estás solo. Muchas personas en todo el mundo han experimentado estos sentimientos en algún momento de sus vidas. Pero hay esperanza. La reina Ester, una figura bíblica prominente, también experimentó estos sentimientos. Pero en lugar de rendirse, Ester recurrió a la oración, buscando protección y defensa en Dios. A través de su historia, podemos aprender cómo conectarnos con Dios en tiempos de adversidad.
La Oración de Ester
Ester era una reina judía del antiguo Persia que se encontraba en una situación de vida o muerte. En el libro de Ester (14,1.3-5.12-14), ella ofrece una oración sincera y ferviente a Dios, buscando su protección y defensa. Ester reconoce que está sola y en peligro, y que no tiene otro defensor aparte de Dios. Su oración es un testimonio de su fe y su confianza en Dios.
La Protección y Defensa de Dios
En su oración, Ester recuerda cómo Dios escogió a Israel entre las naciones y a sus padres entre todos sus antepasados para ser su heredad perpetua. Esta es una poderosa afirmación de la fe de Ester en la protección y defensa de Dios. A pesar de su situación desesperada, Ester confía en que Dios intervendrá y la salvará. Esta es una lección importante para todos nosotros: incluso en los momentos más difíciles, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos protegerá.
La Fe y la Valentía de Ester
Ester no solo pide protección, sino que también pide a Dios que le dé valor. Ella sabe que debe enfrentarse al rey Asuero (el “león”) y hablar en defensa de su pueblo. Ester pide a Dios que ponga en su boca un discurso acertado cuando tenga que hablar al león, que cambie y aborrezca a su enemigo, y que libere a su pueblo. Esta es una lección valiosa para todos nosotros: la fe en Dios no solo nos protege, sino que también nos da el valor para enfrentar nuestros miedos y desafíos.
Conectando con Dios a través de la Oración
La historia de Ester nos enseña que, sin importar cuán desesperada pueda parecer nuestra situación, siempre podemos recurrir a Dios en oración. La oración es una poderosa herramienta que nos permite conectarnos con Dios y buscar su protección y defensa. No importa cuán grandes sean nuestros problemas, podemos acercarnos a Dios en oración y encontrar consuelo y guía.
Conclusión
La oración de Ester es un ejemplo inspirador de fe y valentía. Nos muestra que, incluso en los momentos más oscuros, podemos encontrar esperanza y fortaleza en la oración. Así que, si te sientes solo y temeroso, recuerda la historia de Ester. Recuerda que siempre puedes recurrir a Dios en oración, buscando su protección y defensa. Y quién sabe, tal vez, al igual que Ester, también encuentres el valor para enfrentar tus propios “leones”.
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